martes

Desvelos

Cerré los ojos y me hallé despierto y sin pegar una pestaña. No me gusta eso. Tuve que venir a la mesa, prender la luz y sentarme a hacer algo. Lo mejor ha sido tener que ponerme a pensar en que lo más práctico que puedo hacer es escribir. Y soñar despierto. Soñar con que ya no estoy aquí, sino en otro lado. Quizás en cualquier otra ciudad, haciendo nada más que disfrutar. Y entre bocanada y bocanada del pucho número incógnito, tengo la súbía idea de hacer arder mis barcos y caminar hacia un rumbo nuevo. Internarme y empezar a descubrir cosas que no he visto, hecho, pensado, sentido.

mayo 14

***

¿DÓNDE ESTUVO? me pregunto, mientras me desvelo aquí sentado, sólo. Al parecer, se estuvo escondiendo y en el lugar que escogio, se sintió más cómoda y, la verdad sea dicha, no quiere salir de ahí. Lo pienso mientras mastico mi pulgar y la voz de Björk se asoma entremedio de unos instrumentos de cuerda. Creo que son violines.

¿Dónde estuvo?

Otra idea sería que no me halló y se devolvió por donde vino. Sé que no soy puntual, pero es una razón bastante válida.

¿Dónde estuvo?

En realidad, no sé ni para qué me lo pregunto. esto de dormirme al rayar el amanecer y tener la panza vacía me hace tener este tipo de ideas.



mayo 15

5 comentarios:

(des)afortunada dijo...

Hola, sinceramente me gusta tu nueva casa, me gusta mucho.

Anaís Sandiego dijo...

Veo que también eres un nuevo blogger como yo. Me ha gustado mucho cómo escribes. Te invito a visitar mi blog.

Saludos.

Anaís S.

Natalie Sève dijo...

Felicidades por tu nuevo espacio, se siente todo muy íntimo y familiar por aquí, un abrazo!!

Nata.

Pájaro Verde dijo...

Genial la nueva casa, dándole la bienvenida con desvelos =)

la imagen del pulgar masticado llegó inmediatamente junto a la música de Bjork!

Anónimo dijo...

Si tuviera un espacio más independiente, no me sentiría culpable si me despierto en medio de la noche con ganas de escribir. Quizás, como lo pensaste, debiera de quemar mis naves...más de una vez lo he analizado.

De todos modos, tanto el hambre como el desvelo suelen ser buenos combustibles cuando de escribir se trata. Saludos afectuosos, de corazón.